Seminario Conciliar San Pelagio

En la última hora de clase del día de hoy, hemos tenido una videollamada con el Sacerdote Diocesano Pedro Zafra, perteneciente a las comunidades del camino neocatecumenal.
Durante la videollamada nos ha comentado la situación actual de la guerra en Ucrania y como a pesar de esta situación, él está viendo mas de cerca la mano del Señor y como a través de la oración encuentra consuelo y fortaleza.

Nos decía como el Señor tiene una palabra de aliento para cada momento ya que su palabra es viva y eficaz. Por último, nos ha animado a los seminaristas a tomarnos en serio nuestra formación y aprovechar este tiempo tan precioso en el que nos formamos para ser soldados de Cristo.

 

Desde el pasado sábado 29 de enero hasta el jueves 10 de febrero, el Instituto Teológico San Pelagio ha vivido un nuevo tiempo de exámenes tras el final del primer cuatrimestre.

A veces los exámenes pueden resultar algo abrupto y que no nos gusta pero sin embargo, tenemos la certeza de que la temporada de exámenes son un paso del Señor por nuestras vidas, un momento de GRACIA para cada uno de nosotros. Dios se ha querido revelar tal y como es, para que nosotros podamos conocerlo mejor, de ahí que nuestro estudio no sea simplemente para una nota, o tener una buena ficha académica sino que estudiamos los designios y misterios más profundos de nuestra fe. Esto nos debe de llevar a estudiar con conciencia de estar tocando algo sagrado.
Vivimos en un mundo que se ahoga en la desesperanza, llena de interrogantes, etc con nuestro estudio de ahora podremos dar respuestas coherentes al mundo de hoy. Una respuesta que tiene un nombre: Cristo.

En la mañana del sábado 12 de febrero, ha tenido lugar el habitual claustro de profesores. Desde el Seminario queremos agradecer a todos los docentes su esfuerzo y dedicación, siempre generosa y tantas veces desinteresada.

Por último le pedimos al Señor que los resultados obtenidos no sean para nuestra gloria, sino para mayor gloria suya. Que María, trono de la sabiduría nos alcance esta gracia de profundizar cada vez más en los misterios sin caer en la vanagloria.

Ayer celebramos la fiesta de la presentación del Señor en el templo, y como es tradición en el Seminario, ese día se le entrega a los seminaristas de nuevo ingreso el alba, la túnica blanca con la que se revestirán para servir al altar en las celebraciones litúrgicas, símbolo de pureza.

Este año han recibido el alba los 7 seminaristas de nuevo ingreso: José Luis, Sergio, Ángel, Álvaro, José Antonio, Ricardo e Ignacio.

Os pedimos que recéis por ellos para que sus vidas sean testimonio de la pureza de Cristo durante toda su vida.

El pasado viernes 28 de Enero la Iglesia celebraba la fiesta del Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia. Dicho santo es patrón de los estudiantes y de los estudios eclesiásticos, por lo que en nuestro seminario profesamos gran devoción a dicho santo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En torno a la celebración de Santo Tomás nos reunimos los profesores y alumnos del Instituto de Estudios Teológicos “San Pelagio”, comenzando la jornada con la celebración de la Santa Misa en la capilla del Seminario Mayor San Pelagio, presidida por el obispo de nuestra diócesis, D. Demetrio Fernández. El prelado destacó tres puntos fundamentales sobre Santo Tomás en su predicación: la sabiduría filosófica marcada por un auténtico realismo metafísico, el saber teológico, animando a los presentes a navegar en la reflexión del estudio de las ciencias sagradas y la sabiduría mística, una auténtica experiencia del corazón, donde Cristo nos ama, ese amor es comunicado, recibido y compartido. Agradecía también a los profesores su implicación con la formación de los seminaristas, futuros sacerdotes de la Iglesia.

A continuación, a las 12:00 horas, asistimos al Acto Académico, presenciando la magistral conferencia impartida por el profesor de la Universidad Internacional de La Rioja, D. Ángel Martínez, titulada “Santo Tomás de Aquino: un pensamiento actual y renovador”. Martínez destacó la figura de Santo Tomás, el aquinate, como filósofo, teólogo y místico, enfatizando en la contemporaneidad qué realmente tiene la doctrina del Santo Doctor en nuestros días, así como la autentica y necesaria sed de búsqueda de la verdad qué experimentamos, en palabras del profesor, “en esta sociedad líquida”. Finalizaba su intervención haciendo un exquisito recorrido por el magisterio de los más recientes pontífices en el que se destaca la figura de nuestro santo, así como ofreciendo, en palabras de Santo Tomás, tres consejos a los asistentes para una verdadera búsqueda de la verdad: la oración y su íntima relación con el silencio, la advertencia ante el peligro de un falso activismo y la perseverancia en la formación con un Espíritu serio y decidido.

Le pedimos a él, amigo de Jesús, nos conceda entender lo que él enseñó e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida.

 

 

En la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, Don Demetrio ordenó diáconos a 5 jóvenes de la diócesis de Córdoba en la Santa Iglesia Catedral, rodeados de sus amigos y familiares, además de un buen número de sacerdotes de la diócesis y de los seminaristas, que se encargaron del canto durante la ceremonia.
Estos nuevos diáconos son: Pablo Fernández de la Puebla, Pedro Jesús del Pino, Abraham Luque y Manuel Millán, pertenecientes al Seminario Conciliar «San Pelagio» y Jesús Lérida, perteneciente a la familia eclesial «Hogar de Nazaret»
Durante la homilía, Don Demetrio explicó el significado y la misión del diácono y les invito al servicio y la entrega durante su ministerio diaconal, para prepararse de la mejor forma posible al ministerio sacerdotal.

 

 

 

 

 

 

 

La tarde del pasado 25 de noviembre tuvo lugar en la capilla del Seminario Mayor «San Pelagio» la profesión de fe, la promesa de celibato y el juramento de fidelidad de los candidatos al diaconado; Pedro del Pino, Pablo Fernández de la Puebla, Abraham Luque, Manuel Millán y Jesús Lérida, este último procedente de la familia eclesial «Hogar de Nazaret».
La Eucaristía fue presidida por el Obispo y concelebrada por los formadores del Seminario Mayor » San Pelagio » y del Hogar de Nazaret.
En la homilía, el Obispo exhortó tanto a los candidatos como a los seminaristas a vivir la alegría de la vocación, desde la experiencia de nuestra condición de pecadores y sabiéndonos pequeños ante esta gran desproporción existente entre el regalo de la vocación sacerdotal y nuestra vida.
Finalmente el Obispo los encomendó a la Inmaculada Concepción, para que ella les guíe durante todo su ministerio.

 

Como cada año, una vez adentrados en el curso, los seminaristas interrumpimos las clases para realizar los ejercicios espirituales.
Han tenido lugar del 1 al 7 de noviembre, en la Casa diocesana de espiritualidad «San Antonio» donde, en un clima de recogimiento, nos adentramos en esta semana de ejercicios dirigidos por nuestro Obispo, Don Demetrio.

«Los ejercicios espirituales son entrar al horno del amor de Dios dejándonos quemar y purificar para entrar en el Corazón de Cristo», nos decía nuestro Obispo al inicio de los ejercicios. Han sido unos días de gracia para todos, en los cuales se nos ha invitado a dejarnos transformar por el Amor de Dios que es rico en misericordia, y que se nos manifiesta con especial intensidad en estos dias de ejercicios.

Damos gracias a Dios por esta oportunidad que nos regala y seguimos caminando en este camino apasionante hacia el Sacerdocio para «en todo Amar y Servir».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Me amas más que estos?

En la tarde del pasado viernes, 22 de octubre, fueron ordenados en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba Miguel y Francisco Javier.

Tras 13 años de Seminario ( ambos entraron con 12 años al Seminario Menor) han recibido el sacramento del Orden por la imposición de las manos del obispo.
Es un gozo enorme para nuestra casa ver como el Señor ha sido fiel a su promesa. Él comenzó su obra buena cuando todavía eran muy pequeños y ellos respondieron desde el primer momento con un si generoso. Ahora lo ha llevado a término, consagrándolos para siempre como otros Cristos.

 

En la celebración de la memoria litúrgica de San Juan Pablo II, el Sr. obispo nos invitó en la homilía a que su sacerdocio fuera preparar los corazones de las almas para que abrieran las puertas a Cristo. Pedimos su intercesión para que bendiga el ministerio de estos hermanos nuestros y siga bendiciendo a nuestro seminario con muchas y santas vocaciones.

 

 

El pasado sábado, celebrábamos la beatificación de Juan Elías Medina y 126 compañeros mártires. La Eucaristía se celebró en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el prefecto para la Congregación de la Causa De los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, y concelebrada por gran cantidad de obispos y sacerdotes. Fue un acontecimiento histórico en el que se sumaron al número de los mártires de Córdoba, este grupo formado por sacerdotes, seminaristas, religiosos y laicos que fueron muertos por odio a la Fe en la persecución religiosa de los años 30. Es una ocasión de innumerables gracias para toda la diócesis, el testimonio de cada uno de estos mártires que regaron con su sangre nuestra tierra de Córdoba y que a lo largo del tiempo ha mantenido la Fe de muchas personas.

 

Han sido elevados a los altares un total de 5 seminaristas. Sus nombres son:

•Antonio Artero Moreno. Nacido en Pozoblanco el 12 de marzo de 1912. Sufre el martirio en Valencia el 15 de septiembre de 1936, a los 24 años.
•Rafael Cubero Martín. Nacido en Carcabuey el 23 de septiembre de 1913. Sufre el martirio en Cañete de las Torres el 20 de agosto de 1936, a los 22 años.
•Antonio Montilla Cañete. Nacido en Puente Genil el 6 de agosto de 1913. Sufre el martirio en su pueblo natal el 24 de julio de 1936, a los 22 años.
•Manuel Montilla Cañete, hermano de Antonio. Nacido en Puente Genil el 16 de enero de 1919. Sufre el martirio en su pueblo natal el 24 de julio de 1936, a los 17 años.
•José Ruiz Montero. Nacido en Puente Genil el 25 de marzo de 1914. Sufre el martirio en su pueblo natal el 23 de julio de 1936, a los 22 años.

Para nosotros, para la diócesis y para toda la Iglesia supone un motivo para descubrir, admirar, e intentar imitar la sencilla vida de estos mártires que prefirieron la Gloria a través del martirio.

 

La comunidad del Seminario Mayor y Menor San Pelagio peregrinó en el día de ayer, festividad de la Virgen del Pilar, al antiguo Seminario Diocesano Santa María de los Ángeles, en el parque natural de Hornachuelos. Junto al sacerdote D. José Antonio Rojas y dos hermanas de la comunidad de las hermanas hospitalarias de Jesús Nazareno visitamos las instalaciones del Seminario, disfrutamos de un día fraterno y celebramos la Eucaristía en la antigua capilla.

 

Actualmente el antiguo Seminario recibe el nombre de Residencia “San Gabriel”, una comunidad en la que residen personas que han cumplido penas de prisión y necesitan formación y ayuda para afrontar la vida en libertad, dónde
está previsto programar talleres de albañilería, fontanería, electricidad y cursos para formación profesional como agricultores y apicultores. Para finalizar el día nos trasladamos hasta el convento de Santa María de las Escalonias, dónde los monjes de la orden trapense nos recibieron para el rezo de Vísperas. Ante María, Nuestra Señora de Escalonias encomendamos nuestro Seminario, con un deseo en el corazón: ¡qué cuando nuestra fe tambalee, Ella sea nuestro Pilar!