El domingo 17 tuvo lugar la celebración de una Eucaristía en Rito Hispano-Mozárabe con motivo de la Solemnidad de los Santos Acisclo y Victoria, patronos de la ciudad y de la Diócesis de Córdoba. Dicha Eucaristía, celebrada en la Basílica Menor de San Pedro, lugar donde descansan los restos de los Santos Mártires de Córdoba, es una señalada tradición en el calendario cordobés, haciendo reunir a fieles cordobeses en torno a la figura de estos dos mártires en una Eucaristía atípica por la singularidad del Rito.
El Seminario no ha querido dejar pasar esta oportunidad que, como cada año, viene siendo costumbre en la vida del Seminario, quien pone canto y coro a esta preciosa celebración. Además de los formadores de ambos seminarios, Mayor “San Pelagio” y Redemptoris Mater “San Juan de Ávila”, también estuvieron presentes algunos sacerdotes que no quisieron dejar escapar la oportunidad de congregarse en torno al altar para venerar la memoria de aquellos que, como decía Don Demetrio –quien presidió la Eucaristía –“han sido siempre un modelo en el seguimiento de Jesús”.
Don Demetrio nos animaba y alentaba para seguir el ejemplo de los Santos Mártires afirmando que el martirio también queda incluido en la vocación de todo cristiano. Así, concluía diciendo: “la vida cristiana ha de vivirse del todo y en serio”. Finalizaba su homilía poniendo a Córdoba bajo el amparo de los Santos Patronos.
Damos gracias a Dios que nos permite venerar y recordar la memoria de nuestros Patronos en este acto tan especial. Le pedimos a San Acisclo y a Santa Victoria que sigan guiando los pasos del pueblo cordobés hacia la santidad y, si es preciso, el martirio.