Como cada año, los seminaristas y formadores y nuestras familias nos reunimos en estos días tan cercanos a la Navidad para celebrar un día de convivencia y amistad entre todos. Se trata de una tradición que lleva celebrándose muchos años en nuestra Comunidad y que sirve de vínculo y unión entre las familias de unos y otros. Para nosotros supone un momento especial en que mostrar a nuestras familias el ambiente de fraternidad y unidad en Cristo que se vive en el Seminario. Para nuestras familias supone un día en que descubrir el ambiente de felicidad que supone vivir nuestra vocación al sacerdocio.
El día comenzó con una Eucaristía presidida por nuestro Rector, Don Jesús, y concelebrada por los demás formadores, en esta Solemnidad del IV Domingo de Adviento, que marca la proximidad de la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor. Después, nuestras familias pudieron disfrutar de un concierto preparado por todos los seminaristas con todo nuestro cariño, enfocado en la figura de la Virgen María en la Navidad. Acto seguido, el día concluyó con una comida fraterna en las instalaciones del seminario, donde pudimos compartir un agradable rato entre testimonios y villancicos.
Este día, tan recordado y esperado por todos, marca una huella especial en los corazones de todos los que la preparamos y disfrutamos. Se nota cómo el Señor se hace presente entre nuestras familias y las bendice. Por ello, pedimos que no se pierda esta bonita tradición y que sean cada año más las familias que puedan disfrutar de la felicidad de sus hijos, llamados a servir la mesa del Señor.