Pedro Baena, un recién estrenado maestro de 21 años que colabora como voluntario en la Delegación de Juventud, nos cuenta su testimonio. Un ejemplo de trabajo por la Iglesia y sus jóvenes. Pedro aprovecha para invitar a todos los jóvenes a participar del Sínodo de los Jóvenes que se celebrará en la Diócesis. Sigan leyendo, sus palabras no tienen desperdicio.
Nos acercamos a la que será mi sexta peregrinación a Guadalupe, unos días que se han convertido para mí en una cita indispensable con multitud de jóvenes que compartimos una misma meta: encontrarnos con Cristo caminando hacia María. En mi caso, fui por primera vez a Guadalupe con 15 años, pero aquella experiencia se quedó ahí hasta que unos años más tarde Dios pusiera en mi camino a una persona que me animó a volver. Aquel Guadalupe fue totalmente diferente al que había vivido con 15 años, igual que lo han sido todos los que han venido después.
Es un fin de semana diferente, único. Es una pequeña parada en medio de la rutina. Es un punto de partida, un empezar de nuevo. Guadalupe es, sin dejar de caminar, parar y echar la vista atrás, y mirar hacia delante con ganas de seguir de la mano de Cristo, sabiendo que no estamos solos. Es sentirse Iglesia viva, joven, activa. Son unos días para dejarse llevar y encontrarnos con Cristo a través de momentos de oración, de silencio, de sufrimiento, de diversión, de fraternidad…
Desde la Delegación de Juventud ya estamos preparando esta peregrinación con más ganas e ilusión, ya que aunque se trata de la misma cita sabemos que siempre es una nueva aventura y sobretodo, rezando por todos los jóvenes que van a asistir, y por todos los frutos que la Virgen nos regale.
Os animo a todos los jóvenes a vivir la peregrinación. Para los que nunca han estado, os aseguro que es una pasada. Preparémonos también para el Sínodo de los jóvenes que nuestra Diócesis va a celebrar durante los próximos tres años, comenzando el 18 de octubre en la Catedral en la Misa de salida hacia Guadalupe y culminando con la JMJ de Lisboa 2022.
A veces la meta no es llegar, si no lo que encuentras en el camino, y si este es el de la fe, está lleno de momentos en los que Jesús se hace presente.
¡Solo llegas antes; juntos llegamos más lejos!
Pedro Baena González, voluntario.
