Los seminaristas se han reunido para pasar dos semanas de convivencia, oración y estudio. La dimensión espiritual ha presidido el encuentro.
Como cada año los seminaristas del Seminario Mayor “San Pelagio” han participado en el curso de verano, celebrado del 26 de julio al 8 de agosto. Durante este tiempo han recibido formación en distintas materias; por un lado los presbíteros Lorenzo Morant Pons, sacerdote de la diócesis de Asidonia -Jerez, y Álvaro Pereira Delgado, de la archidiócesis de Sevilla, explicaron en sendos encuentros con los seminaristas de Córdoba la belleza del sacerdocio de Cristo y la esponsalidad del Señor en la Sagrada Escritura. Por su parte, el sacerdote diocesano, Pablo Garzón, abordó la importancia de ser formados en materia de comunicación para lo que se valió de su tesis doctoral; finalmente, el director técnico de patrimonio de la Diócesis, Miguel García Madueño, compartió con ellos sus conocimientos sobre la gestión patrimonial que los seminaristas desarrollarán cuando sean párrocos y administradores de sus futuras parroquias.
Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, ha acompañado a los seminaristas en el curso de verano, que ha tenido una dimensión espiritual muy cuidada, con adoración al Santísimo todas las tardes, eucaristía diaria y un día de retiro en el que predicó monseñor Demetrio Fernández. El curso de verano hace anualmente un alto en las vacaciones de los seminaristas y les brinda la oportunidad de tener una convivencia intensa entre ellos que fortalece su vida espiritual. En estos quince días se reúnen, conviven, rezan y se forman en materias no regladas en un clima de oración, descanso y tertulia.
Asimismo, los seminaristas en compañía del rector y los formadores han podido disfrutar de una peregrinación a Salamanca y Ávila, donde han tenido la oportunidad de conocer, no solo el patrimonio cultural, sino sobre todo el legado de Santa Teresa de Jesús. Además, peregrinaron desde La Rambla hasta Montalbán para visitar a Nuestro Padre Jesús Calvario, que en estas fechas celebra sus días grandes con motivo de la transfiguración del Señor.
La misa en la Santa Iglesia Catedral presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, y emitida en directo por Trece Televisión, el domingo 8 de agosto, ha puesto fin al curso de verano. Durante su homilía el prelado ha resaltado que “las vacaciones nos invitan a tener más tiempo de oración y de contacto con Dios” y ha recordado a los seminaristas que durante el curso de verano “habéis notado en los largos ratos de adoración diarios que Jesucristo es un personaje vivo y contemporáneo con el que podemos tratar hoy en nuestra vida, podemos escuchar sus palabras de vida eterna y podemos recibir el alimento que es su propio cuerpo y su propia sangre para la salvación del mundo”.
