El pasado martes 17 de noviembre, se celebró en la Basílica menor de San Pedro una Eucaristía en Rito Hispano-Mozárabe en honor a San Acisclo y Santa Victoria, patronos de la ciudad y de la Diócesis de Córdoba. En esta Basílica encontramos el lugar donde se hallan las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba, tal como le fue revelado por el Arcángel San Rafael al Padre Roelas en el s. XVI.
El Rito Hispano-Mozárabe supone un patrimonio cultural, espiritual, litúrgico y teológico para la Iglesia Española y la Iglesia Universal. Supone un bello ejemplo de cómo la Fe apostólica llegó durante los primeros siglos del Cristianismo al seno de nuestro País tocando las diferentes sensibilidades culturales, y elevándolas sin perder su plena fidelidad a la Fe apostólica como don recibido. Se trata de un Rito que se desarrolla y arraiga en nuestras raíces más profundas, tomando elementos propios de la liturgia romana y elementos orientales.
A la celebración, presidida por el Sr. Obispo D. Demetrio Fernández, acudieron: un grupo de sacerdotes, miembros de la Hermandad de los Santos Mártires, fieles laicos y los seminaristas de la Diócesis. Nosotros, como comunidad, nos quisimos hacer eco de este acontecimiento tan importante a nivel histórico, cultural y espiritual para nuestra Diócesis. El Obispo nos invitaba a mirar a los mártires como ejemplo de discípulos, dando gracias a Dios por los testigos insignes con los que Dios ha regado nuestra Diócesis. De igual modo, nos recordaba que en la jornada de ayer, a la espera de la firma del decreto por el Santo Padre en los próximos días, se aprobó la beatificación de 127 mártires cordobeses de la persecución religiosa de los años 30 en nuestro País.
Damos gracias a Dios que ha suscitado en esta Iglesia de Córdoba gran cantidad de mártires que “Lavaron sus túnicas en la sangre del Cordero” y que han sido y siguen siendo semilla de nuevos cristianos. Que San Acisclo y Santa Victoria no cesen de interceder por nosotros y nos hagan poner la mirada en el cielo, nuestra meta.
