El Curso de Espiritualidad, un paso de Dios.

Dentro de los años de formación en el seminario, los seminaristas interrumpen la formación académica para participar en el “Curso de Espiritualidad”. A lo largo del curso, el alumno podrá enriquecerse con multitud de experiencias de cara al futuro ministerio ordenado. Entre otras, podrá disfrutar y aprovechar ratos más prolongados y tranquilos de oración; profundizar en materias y aspectos de la teología, enseñanza de la Iglesia y en el gran don de la vocación; ahondar en un conocimiento propio que le ayude a afrontar los desafíos que plantea el ministerio y así propiciar un crecimiento a nivel humano; arraigar una formación espiritual indispensable en la vida del seminarista;… Además, les “acompañarán” durante todo el curso un Santo, en el que se adentrarán en el conocimiento de su vida, obras y espiritualidad.

Este curso para el seminarista debe ser un paso de Dios en su vida que se encamina al sacerdocio. Son tres de nuestros hermanos los que realizan este curso: Francisco Aguilar, al que acompaña San Francisco de Asís; a Álvaro Fernández-Martos lo hará San Juan Pablo II; y a Javier Montes, San Óscar Romero. Hoy, ellos nos cuentan brevemente su experiencia y el motivo por el que han decidido escoger ese santo para que les ayude durante el curso:

SAN JUAN PABLO II, Álvaro Fernández- Martos
“Tengo la alegría de ser compañero de camino este año de Juan Pablo II. Un santo gigantesco y revolucionario, que por medio del amor al ser humano en su integridad y de su predilección por Nuestra Madre, llevó el amor de Dios a todos los hombres, abriendo así las puertas al nuevo Milenio.”

SAN FRANCISCO DE ASÍS, Francisco Solano Aguilar:
“San Francisco de Asís me eligió a mí (y no al revés), porque providencialmente meses antes de conocer que este año realizaría el curso de Espiritualidad, leí «Sabiduría de un Pobre» y la Biografía del Poverello escrita por Ignacio Larrañaga. Me cautivó este gigante de la santidad y de la historia, denunciándome mucho ver cómo era pobre y necesitado de Dios. Estoy seguro que me ayudará en mi camino de santidad.”

SAN ÓSCAR ROMERO, Javier Montes
“A mí me acompaña en el curso de espiritualidad, San Óscar Romero, Obispo y Mártir. Un gran Santo que dejó la seguridad de este mundo, para entregar su vida según el evangelio, cercano a los pobres y con el corazón enamorado de Cristo y de los hermanos. Con una única meta en su vida: LA SANTIDAD.”

Pedimos por estos tres jóvenes, para que la experiencia de este curso y el Santo que los ha escogido, los configure con Jesús en la entrega de cada día y lleguen a ser santos sacerdotes.

 

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